Considerada por muchos como la ciudad más dinámica, de más rápido crecimiento y más sexy del país, Miami es más popular que nunca. Sin embargo, es una ciudad que no solo cambia, sino que evoluciona, nunca reescribe el pasado, solo se suma a su ilustre herencia. Y esa es la verdadera belleza de Miami. El elegante Surf Club y el vibrante Faena Hotel no reemplazaron al emblemático Raleigh de los años 40 ni al Ritz Carlton de los años 50, sino que los complementan. Clásicos como Joe's Stone Crab continúan sirviendo su comida característica a multitudes que agotan sus entradas cada noche, mientras que nuevos establecimientos atraen a los visitantes con chefs de renombre. La icónica arquitectura art déco sigue en plena exhibición mientras el moderno Museo de Arte Pérez, diseñado por Herzog & de Meuron, contrasta marcadamente. Repleta de arte y cultura durante todo el año, desde el arte internacional en The Bass hasta el arte callejero de Wynwood Walls, cada diciembre la ciudad es tomada por la élite cultural global para Art Basel Miami Beach, una feria que atrae a más de 80.000 visitantes que acuden en busca del arte trascendental, como el espectacular “Comedian” de Maurizio Cattelan, y las exuberantes festividades que se celebran cada noche.
Miami es conocida por su vida nocturna y el placer es el centro de atención de la vida en todo momento. Yates y embarcaciones de recreo se alinean en sus puertos deportivos, playas animadas ofrecen asientos en primera fila para un desfile de juerguistas bronceados y patinadores y motociclistas recorren sus paseos frente a la playa. Miami se ha convertido en el centro de todo lo elegante, ardiente y colorido.
